He aquí el paso más importante de todos, al leer lo que nos hemos dicho a nosotros mismos podemos determinar si en esos pensamientos hay una distorsión cognitiva. Las más típicas distorsiones cognitivas son:
No podemos ignorar el efecto de nuestras relaciones sociales. La familia, como primer entorno de socialización, moldea nuestra forma de pensar, condicionando nuestra forma positiva o negativa de ver el mundo.
Nuestro diálogo interno corresponde a aquella conversación que tenemos con nosotros mismos. En ocasiones no somos conscientes de las palabras que nos decimos, de esta manera podemos tener diálogos asertivos pero también negativos.
Sin embargo, estudio tras estudio, se demuestra que eliminar por completo este hábito no es posible, por lo que la clave está en aprender a minimizar o a controlar esta voz interior.
He aquí un ejemplo de lo que quiero decir: cuando estás conduciendo y ves una señal de stop, ¿vocalizas la palabra “End” en tu cabeza?
Nuestro crítico interno tiene unas ideas demasiado rígidas, nos plantea objetivos inalcanzables y se convierte en un duro censor de nuestras conductas y actitudes vitales.
Muchas personas tienen la creencia de que probablemente no van a conseguir las cosas que se proponen, pero aun así deben vivir tratando más y más de conseguirlo. De esta forma, viven esforzándose constantemente por lograr objetivos que muchas veces no acaban de conseguir.
La voz del Juez Interior se manifiesta a través de pensamientos y juicios que realizamos sobre nosotros mismos y sobre los demás. Esta voz puede ser tanto positiva como negativa, pero frecuentemente tiende a ser más crítica.
Una forma es masticar una goma de mascar mientras lees. Si masticas chicle durante la lectura eso te distraerá a la hora de decir la mayor parte de las palabras en tu cabeza.
Llevar un diario a lo largo del tiempo le ayuda a realizar un seguimiento de sus pensamientos y comportamientos y de cuánto ha progresado.
Por eso, cambiando el diáemblem intenro a uno positivo es esperable que nos sintamos más motivados, disfrutemos de mayor bienestar y aprovechemos todo lo bueno que tiene por ofrecernos la vida.
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Cuando nuestros pensamientos o el diáemblem que mantenemos con nosotros mismos son negativos, dramáticos e irrefutables, la interpretación que hacemos de la realidad se distorsiona, dando lugar a emociones y formas de enfrentarnos al mundo y get more info vivencias desajustados a la situación serious que los desencadena.
Comparación con los demás: La tendencia a compararnos con otros, exacerbada por las redes sociales y los ideales inalcanzables promovidos por los medios, puede conducir a sentimientos de insuficiencia y descontento con nuestras propias vidas.